Para la herida del RECHAZO: en lugar de ponerte la máscara del EVITATIVO, experimentarás tu gran capacidad de ser EFICAZ.

Vas a dejar de querer huir, de dudar sobre si ponerte en tu lugar o no, de considerarte inútil o sin valor.

Vas a adoptar nuevos comportamientos y actitudes que serán más naturales para vos:

Tendrás mucho aguante y experimentarás tu capacidad de trabajar mucho sin estresarte.

Tu capacidad natural para crear, inventar e imaginar se desarrollará.

Aún serás perfeccionista, pero sin ser idealista. En vez de obsesionarte con una tarea o actividad y comprobarla varias veces, te permitirás realizarla solo una vez. Serás capaz de sentirte bien incluso si te equivocas o si olvidas algún detalle.

Sobre todo sabrás que NO SOS LO QUE HACÉS.

Cuando cometas un error, no pensarás que eres un inútil.

Ocurrirá lo mismo cuando alguien te critique o te ignore. Te sentirás rechazado por un momento, pero después recordarás rápidamente que la crítica está vinculada con lo que haces y no con lo que sos.

Sentirás el placer de descubrir el mundo real, porque estarás más presente.

Cuando tengas que explicar algo, no te sentirás obligado a dar muchos detalles o a repetir varias veces las cosas para estar seguro de que el otro no rechaza tu idea.

Usarás mejor tu talento natural para hacer frente a una urgencia, gracias a la disminución de tu miedo al pánico.

Serás capaz, cada vez más, de felicitarte en vez de pensar solo en tus debilidades.

Para la herida del ABANDONO: en lugar de ponerte la máscara del DEPENDIENTE, podrás experimentar tu gran capacidad de ser AUTÓNOMO.

No necesitarás más el amor de los demás para demostrarte que sos buena persona. Adoptarás nuevos comportamientos y nuevas actitudes que serán más naturales para vos:

Seguirás siendo una persona que pide mucho, pero ya no lo harás quejándote o teniendo expectativas. Sabrás que si la otra persona no accede a tu pedido, no significa que no te quiere. Recordarás la diferencia entre complacer y amar.

La consecuencia es que ya no te sentirás obligado a gustarle a todo el mundo para que te quieran. Podrás permitirte decir no sin tener miedo de perder su amor. Y cuando digas sí, será porque lo querés de verdad. Tus sí, serán más valiosos. Esto te permitirá no tener expectativas.